SUEÑO, CEREBRO Y APRENDIZAJE

Repara terminaciones sinápticas. Las neuronas se comunican entre sí por medio de unas sustancias llamadas neurotransmisores, durante el día esta transmisión no para con lo cual se gasta una gran cantidad de energía y si se mantiene en vigilia se agota y se interrumpe la comunicación. Al dormir se bloquean las entradas a las señales del medio ambiente, las neuronas ya no realizan la neurotransmisión con lo cual “descansan” y de esta forma reestablecer la comunicación al despertar (Olguín, 2022).

(Imagen 1. Sobre la transmisión sináptica, en Koenigshofer 2022)

Consolida la memoria. Este es uno de los datos que más se han estudiado, aunque aún no se sabe cómo ocurre este proceso con precisión, la evidencia más clara del efecto positivo del sueño es en dos tipos de memoria, la declarativa (que ayuda a recordar un hecho o suceso de forma verbal) y la procedimental (habilidades y destrezas motoras como tejer o tocar un instrumento). Se propone que en diferentes etapas del sueño existe una recapitulación o reactivación de la información previamente aprendida (Carrillo-Mora, et el, 2013).

(Representación sobre el paso de los recuerdos en el hipocampo a la corteza cerebral, proceso que ocurre en el cerebro. Imagen 2. de Osnat Feitelson, en Fernández-Rúa, 2023)

Elimina moléculas nocivas que dañan al cerebro. Cuando estamos despiertos, el cerebro, como producto del funcionamiento, libera moléculas que al acumularse pudieran ser nocivas por lo que deben eliminarse, este proceso ocurre al dormir (Olguín 2022), durante el sueño es el sistema de drenaje denominado sistema glinfático, el que se encargará de eliminar y reciclar las toxinas del cuerpo (como si fuera un sistema de reciclaje y eliminación de aguas negras de una ciudad) (DeGroot, s.f.).

Ordena la información. El cerebro asimila información en el día, realizando una selección, esta es transitoria y requiere espacio para almacenarla, al dormir los datos aprendidos son llevados de un lugar a otro y así se almacenan en circuitos nerviosos dentro del cerebro y luego en forma de sustancias químicas, además, ocurre una poda sináptica, la cual elimina un exceso de conexiones sinápticas, de esta manera, se selecciona la información que es adecuada para el buen funcionamiento cerebral (Olguín, 2022). DeGroot (s.f.) menciona que las actividades de etiquetado y almacenamiento de memorias ocurre en la noche, al dormir. Le compara con una biblioteca, todos los libros devueltos en el día se catalogan y acomodan en la noche.

Estas son sólo algunos de los múltiples beneficios que dormir bien le proporciona al cerebro y la importante relación que se ha encontrado entre este acto cotidiano con el aprendizaje. Si queremos aprender más, consolidar recuerdos, estar en condiciones óptimas para desempeñar las funciones cognitivas, es necesario que nuestro dormir sea buento tanto en calidad como en cantidad (cada persona tiene patrones distintos). Para fomentar una buena higiene del sueño que permita dormir de forma adecuada se recomienda lo siguiente:

SI

• Acostarse a dormir a la misma hora todos los días. Misma rutina diaria.

• Despertarse a la misma hora

• Dormir en una habitación con iluminación tenue (a oscura) y poco ruido ambiental.

• Dormir en una cama confortable

• Utilizar ropa cómoda

NO

• Realizar ejercicio vigoroso antes de dormir

• Consumir alcohol, cigarro, bebidas con cafeína (chocolate, refrescos de cola, bebidas energizantes), por lo menos 4 horas antes de dormir.

• Irse a la cama preocupado, estresado, ansioso, enojado.

• Tomar siestas largas durante el día (mayor a 1 hora)

• Realizar trabajo importante minutos antes de irse a dormir: tareas, trabajo, estudio.

• Pensar sobre las actividades del día u organizar y planear actividades mientras trata de dormir.

• Usar la cama para otras actividades como leer, hacer tareas, ver la televisión, jugar videojuegos, utilizar dispositivos móviles.

• Utilizar dispositivos móviles (celulares, tabletas, laptop), apagarlas mínimo 30 minutos antes de dormir.

(Carrillo-Mora, et al, 2013)